Cansado de que nadie escriba de música (me incluyo) decidí postear algo que sucedió el verano pasado. Con un amigo nos metimos en el gimnasio en donde él trabaja (por eso no voy a revelar nombres) sin permiso de nadie y nos pusimos a boludear como de costumbre. Con música de fonde de Tom Jones, más precisamente "Sex Bomb" se empezó a castigar a la bolsa salvajemente. Todo iba perfecto hasta que se corta la luz y se oscurece todo, Tom Jones se calla y mi amigo maldice por lo acontecido, mientras yo, con cámara en mano largo un boceto de risa contenida.
Luego subimos a la terraza, le pegamos un poco a los cables y listo,...mi amigo conserva su empleo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario